jueves, 7 de marzo de 2013

Corazón de fresas y flores

Hola,

¿¿Otra vez San Valentín??, os preguntaréis... pues no, el motivo de esta entrada se llama Sara, ni más ni menos.




Puedo contar con los dedos de una mano las verdaderas amigas que tengo, las que siempre están ahí, incondicionalmente, para lo bueno y para lo malo, unas más cerca que otras (geográficamente hablando), pero siempre todas unas al lado de las otras. Bueno, pues una de esas cinco (ya he dicho que las podía contar con los dedos de una mano... jijijiji) se llama Sara, y ¿sabéis qué día cumple los años?, ¡el 14 de febrero!, para mi el día de los enamorados y el del cumpleaños de Sara.




Le encantó la tarta con forma de corazón que hice para mi hermano, y como iba a celebrar el cumpleaños con la familia e insisto, cumple los años el día de los enamorados... quisó que le hiciese un corazón como el de mi hermano pero de fresa.

Así que muy dispuesta me puse a hacer un buen bizcocho de vainilla, y y un relleno de helado de fresa, ambas recetas de Alma, de Objetivo: Cupcake Perfecto. Y exactamente igual que con la primera tarta de corazón... empecé a tener problemas.




Os cuento, el bizcocho de muerte, muy buen aspecto y un sabor inmejorable, el buttercream de fresa buenísimo también, peeeeero, ya con todo el buttercream dentro de la manga pastelera, y cuando llevaba cubierta la mitad de la tarta más o menos... ¡se me rompió la manga de nuevo!, ¿os lo podéis creer?, ¡yo no!, así que no sé si es que se me salió algo de buttercream o que no había hecho cantidad suficiente... pero me quedé compuesta y sin buttercream (no sé de que marca son las mangas pasteleras, son reutilizables, pero ¡no volveré a comprar!).




Así que tenía dos opciones..., una, hacer más buttercream con el riesgo de que no me quedara el mismo color rosa ya que lo había intensificado con colorante, y añadiendo que eran las dos de la mañana, estaba cansadísima y me daba no se qué hacer mucho ruido y molestar al vecindario y lo que no es el vecindario. Segunda opción, y por la cual me decanté definitivamente, hacer unas rosas de fondant grandotas para rellenar el hueco que me había quedado...




Me encantó el resultado, a lo mejor si hubiera sabido que me iba a pasar esto, no hubiera hecho el lazo de la tarta, porque entre el lazo y las rosas queda un poco recargadillo, pero bueno, a Sara, la prota, le gustó mucho.

Como podéis ver me envió unas fotos de la tarta ya cortada, me dijo que muy bueno todo y que el buttercream le recordo a los pastelitos estos que pantera rosa... ¿sabéis cuales?, pues a esos. Impresionante.




Espero que os guste.

Besos.

6 comentarios:

  1. Vaya virguería de tarta ;)
    El recurso de las rosas blancas porque lo has dicho, que si no, ni nos enteramos ;)
    Tiene una pinta estupenda de la muerte, mira que la vainilla no me llama pero estoy seguro de que con ésta, también habría repetido... para el próximo evento romanticón ya te veo tirando de manga ;)
    Bueno maría, como siempre, impresionante.
    Un beso, tu primo que tapiza ;)

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    1. Se me olvidaba, la cinta aún con las rosas, imprescindible ;)
      ... creo que esta vez te daré un aprobado, jeje...

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  2. Me asombra ver esas tartas... preciosa y seguro que deliciosa. Ta sigo desde hoy.
    Un abrazo

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  3. Muchas gracias Julia!!!!, todo un placer tenerte por aquí... de verdad.
    1 Besote

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  4. Estoy totalmente de acuerdo,si no dices nada parece que es tu toque personal preciosa,te honra tu sinceridad...EXCELENTE!!!!!un besote María

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