Rayo McQueen

Todo comenzó cuando Esther, una buena compañera de trabajo, me encargó varias tartas de cumpleaños para sus nietos, una de Rayo McQueen para Iván, y otra de Hello Kitty para Daniela, los dos hacían cuatro añitos.

Pues bueno, os hablo de la tarta de Rayo McQueen... (en otra entrada os enseñaré fotos de la tarta de Hello Kitty).

Ví en youtube varios tutoriales de cómo hacer una tarta de este tipo, van cortando el bizcocho, y lo van montando hasta que consiguen hacer en este caso la forma del coche, y muy decidida empecé a cortar, y a cortar, y a cortar (me parezco a mi madre, que es peluquera, te dice que te corta las puntas y cuando te has dado cuenta... ¡te ha cortado media melena!), y me empecé a arrepentir, a arrepentir, a arrepentir... entre tanto, varias entradas a la cocina de mi querido esposo y mi pequeñajo, que no hacían más que ponerme nerviosa. ¡Madre mía!, tuve momentos de pánico, pero conté hasta diez, respiré profundamente y pensé... venga María, aunque tengas que estar en la cocina hasta las tantas, ¡aunque tengas que volver a hacer otro bizcocho de chocolate!.

Pero finalmente, y la verdad que tras muchas horas en la cocina... acabé contentísima con el resultado. Lo fuí rellenando de buttercream de nutella (receta de Alma de "Objetivo: Cupcake Perfecto"), ¡pero se me olvidó poner almíbar!, así que me dijeron que estaba muy bueno, pero un poco "espeso", con lo super esponjoso que estaba cuando lo saqué del horno... pero otra cosa os digo, de los errores se aprende, y pongo a Dios por testigo ¡que jamás se me volverá a olvidar poner almíbar!.

Espero que os guste. Besotes.

María

Por cierto, he estado todos estos días fuera de Zaragoza y ¡sin ordenador!, y no os he podido felicitar las navidades, así que aprovecho para desearos...

 ¡FELIZ AÑO 2013!

Espero que sea un año maravilloso para todos.